jueves, 11 de julio de 2013

Extraordiarios.

Julio en Valladolid.

Es una tradición que las bibliotecas de Valladolid se encuentren bastante vacías en esta fecha y que los únicos que quedemos seamos ingenieros ( y algunos estudiantes de la rama de las ciencias como químicos o físicos) pululando por la biblioteca.

Es una sensación a la que te acostumbras, a ser el último mono estudiando y haciendo exámenes.  A lo que no se puede acostumbrar uno es a este calor mientras se estudia. Enciendes la  luz al medio día para que no entre calor, buscas las corrientes de aire frías aplicando ecuaciones de fluidos, ideas sistemas para evitar que entre calor en tu habitación con tus conocimientos de radiación. E intentas estar en lugares con aire acondicionado que alivie tus males intentando averiguar porque decidiste entrar en una carrera como ingeniería cuando podrías haberte sacado cualquier otra en la mitad de tiempo sin sufrir.

Pero los ingenieros por mucho que pensemos en porque elegimos esta carrera, al dar la vuelta a la hoja que estás estudiando, te encuentras una demostración, una idea, una explicación o un problema que te hace recordar ese sentimiento de CREAR, de INNOVAR, de... APRENDER cosas que el resto de la gente no sabe y que por mucho que intenten buscar no lo entenderán.

No es que seamos superiores, simplemente somos duros, inteligentes y más fuertes. Porque estudiar en Julio  y hacer exámenes con este calor a cualquiera  le hace más grande.

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